Desde el nacimiento, el niño desarrolla su inteligencia con la información que le llega a través de los sentidos, de su movimiento y de la interacción con los objetos. Esto constituye la base del desarrollo mental.
Al principio, la mayor parte de la información sobre las características de los objetos (forma, textura, olor...) le llega por medio de la boca. Por eso siempre vemos a los bebés llevándose cosas a la boca. Debemos permitirles chupar porque si se lo impedimos, limitaremos sus primeras posibilidades de conocimiento.
A través del oído le llegan sonidos. Girará la cabeza hacia la fuente que los produce, estableciéndose así la coordinación "ojo-oído".
Por la vista, percibirá colores, tamaños, formas... El tacto le ofrece la oportunidad de manipular y explorar todo lo que tiene en sus manos.
Para contribuir al desarrollo de la inteligencia debemos:
* Proporcionar a los niños objetos diversos que estimulen sus sentidos, que ellos puedan manipular y explorar.
* Ayudarle a ejercitar determinadas acciones con los objetos: coger, apretar, sacudir...
* Proporcionarle espacios suficientes para sus desplazamientos.
* Hablarle mientras manipula los objetos, diciéndole sus nombres y propiedades.
* Reforzar los logros alcanzados para que se sienta seguro y desarrolle su autoestima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario